Las fotografías resultantes del proceso de trabajo las ha plasmado en postales que están dispuestas para ser retiradas y enviadas a quién se quiera. Con este gesto se pretende dar continuidad a la acción donde cuerpos y territorios están en continuo movimiento en un fluir entre el contexto de Carabanchel y las personas que participaron en el proyecto.

Carabanchel es una zona reconocida por su proceder obrero y alta población latinoamericana que se caracteriza por ser su lugar residencial. Las calles de las ciudades, como las del barrio de Carabanchel hablan sobre propiedades, estatutos, normativas y sentires al igual que los cuerpos. Por lo que al generar una sobreposición gestual y visual revelamos tensiones políticas y poéticas que abren discusión sobre la forma en que vivimos y habitamos. Los contenedores de residuos de obras, ladrillos, mercados y negocios son parte del paisaje fotográfico que enmarca la acción. Videos de registro y las fotografías muestran un territorio que varía en cada persona al hacer la acción. Espalda, al suelo; Pie, al suelo; Pecho, al suelo; Trasero, al suelo; etc. Dan cuenta de texturas y palabras que transitamos y habitamos. 

Las diferentes corporalidades y nacionalidades reafirman un asunto geopolítico, una crisis migrante e inmigrante que sitúa a Europa como el “nuevo mundo, nueva vida” ­–eslogan colonizador­– que actualmente se traduce en síntomas del capitalismo y globalismo. Muchxs buscamos un mejor vivir y con ello derivan dificultades que nos van marcando en el ejercicio de aprender a habitar en otro lugar. Lo otro más que reafirmar un origen o orgullo nacionalista, en muchos casos y como se propone y busca este proyecto, desestabiliza un sistema de estados y naciones, el cual se nos ha impuesto.
Las imágenes resultantes son una invitación a leer corporalidades y territorios que se resignifican en una especie de mapeo performativo.

No me retiran! Asegurate por favor.
Acción realizada entre el centro de internamiento de extranjeros de Madrid (CIE) y la antigua cárcel de Carabanchel, erguida durante el Régimen Franquista en 1940, estando en funcionamiento 55 años.